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En el año 1732, Don Fernando Díez Negro de la Calzada donó a la iglesia de Nuestra Señora del Rosario y del Santísimo Sacramento de Páramo una serie de alhajas y adornos entre los que se encontraban un viril y una lámpara de plata con sus cadenillas de plata y 8 alas. La lámpara no se conserva, pues la vendió el párroco Estévez poco antes del año 1786 para con su importe hacer obras importantes en la iglesia del Rosario de La Villa.

El del viril, sin embargo, se trata de una de las custodias más importantes de la diócesis y de la provincia, reconocimiento que ya era patente en el siglo XVIII, cuando era considerado como «de los mejores del obispado».

El viril es de plata sobredorada, presenta un pie rectangular con una cabeza de ángel en cada una de las cuatro esquinas y otro ángel más en la aguja del viril. El astil está formado por cuatro serafines esmaltados de blanco, verde y azul, con 28 esmaltes guarnecidos de 16 cucharillas de plata dorada, y decorado con asas. El sol cuenta con 13 rayos decorados con esmaltes y nudos con "ces” vegetales que se rematan en florones. Este ostensorio presenta en los rayos 26 esmaltes con otros tantos pequeños a las puntas con el óvalo esmaltado a un lado y a otro, más otros 8 esmaltes junto al filete.

Por la forma del asiento, la aplicación de los esmaltes en los cabujones y por la traza manierista recubierta de abundante ornamentación y rico ostensorio pensamos que se realizó en un taller peruano en las primeras décadas del siglo XVIII, en concreto del taller que en la ciudad de Cuzco tenía Luis de Lezana.

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Fuente: Páramo del Sil. Historia, Arte y Sociedad de un Municipio.