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22 Noviembre 2024
Siempre ha sido la cenicienta del municipio, el más alejado, el de menos vecinos, pero si bien no había grandes propietarios pero había suficientes recursos agrícolas y ganaderos para asegurarles como mínimo una supervivencia digna.
El pueblo está estructurado en dos barrios, el de la Fontanilla y el de Trapiella. La mayoría de las casas son humildes a excepción de las de Domingo Díez González de 2.200 pies en la Fontanina en el año 1895 y otra por encima de la iglesia parroquial construida por Manuel Díez Martínez, de 1.000 pies en el año 1860. Las dos se conservan en bastante buen estado, están habitadas y la primera se está restaurando en la actualidad.
Con las transformaciones económicas y los usos y costumbres ocurridos en el siglo XX, muchos de los edificios complementarios han desaparecido o alterado sus tipologías y materiales. Así, casi todos los pajares han sustituido la cubierta vegetal por uralita, y esto en el mejor de los casos, ya que en la mayoría, ha desparecido conservándose solamente los hastiales. Llama la atención en Anllarinos la presencia de pajares y cuadras con paredes curvas, en las que se manifiesta un gran domino del oficio y de las que quedan algunos buenos ejemplos, al igual que de unos pocos hornos y de un cortín a la entrada del pueblo.
-Fuente: Páramo del Sil. Historia, Arte y Sociedad de un Municipio.