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25 Noviembre 2024
Montes, puertos y brañas ocupan una inmensa extensión del ayuntamiento de Páramo del Sil y durante siglos los vecinos se valieron de productos como la leña para el fuego del hogar, maderas, pizarra y cuarcita para sus casas, y hoja y pastos para el ganado. Su uso hizo necesaria su regulación.
Cuando se habla de la trashumancia en las montañas de León se destaca el papel de los puertos a los que se accedía por la cañada Vizana hasta Murias de Paredes. Los rebaños trashumantes se dirigían no sólo a los puertos de Ribas de Sil de Abajo sino también a los de sus vecinos de los Cilleros y de Ribas de Sil de Arriba que también disponían de excelentes zonas de pastos.
El Conde de Luna no contaba con ningún puerto ni monte en el concejo de Ribas de Sil de Abajo, sólo cobraba los derechos de Portazgo, que en más de una ocasión llevarían en arriendo los Porras de Páramo.
Los puertos y brañas con aprovechamientos de pastos eran todos de propiedad concejil. Lógicamente sólo se arrendaban a los rebaños trashumantes los que no necesitaban los vecinos para sus propios ganados, especialmente los cotos boyales, fundamentales para los labradores del país. En condiciones normales esto no suponía ningún problema y además el concejo obtenía unos beneficios que le resultarían fundamentales para hacer frente a pagos concejiles.
Los concejos de Anllares y de Páramo del Sil eran los que disponían de un mayor número de puertos arrendados para este fin. Anllares solía arrendar los puertos de san Antonio y Páramo, los de Urdiales, Retuerta del Fontanal, Forcada, Valsenagua, Fasguedo, Salgadotas, Sonida, la Bovia, las Cortes y otros varios.
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Fuente: Páramo del Sil. Historia, Arte y Sociedad de un Municipio.