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El juego de bolos, en cualquiera de sus modalidades, ha sido (con el de cartas) el rey de los juegos populares de la provincia de León, especialmente de las zonas de montaña.

 

Como la mayoría de las actividades tradicionales se mantuvo hasta mediados del siglo XX. Ahora, se practica tan solo en las fiestas patronales de algunas localidades como Salentinos.

 

Una de las modalidades más comunes fue la del "pasabolo”, de la que tenemos noticias de su práctica en el municipio de Páramo ya en el siglo XIX y que más tarde se conocerá con el nombre de "a braza”. Luego había otros como "el michi” y "a cachete”.

 

El declinar del juego de los bolos se produjo por los cambios culturales, pero en algunos casos, se debió a los pocos espacios para su práctica, y también por la actitud hostil de algunos vecinos que se sentían molestos por su juego.

 

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