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Entre otras muchas, la industria textil (lino) estuvo presente en el Bierzo durante el Antiguo Régimen. También en el concejo de Ribas de Sil de Abajo aunque en menor medida, pues la topografía montañosa impedía la extensión del cultivo del lino.

Pasados ya a la Edad Moderna, la siderúrgica pasó a convertirse en la actividad industrial más importante en El Bierzo. En gran medida debido a las numerosas ferrerías que se extendía por todo el territorio. Sin embargo su incidencia fue casi nula en los concejos de Ribas de Sil.

Por su parte, dada la escasa producción de trigo y centeno, la molinería era una actividad dedicada exclusivamente al autoconsumo. En Páramo, en el año 1752, había 22 molinos de una rueda, a los que se sumaban dos en Primout, en Salentinos y en Anllares.

La presencia de artesanos era muy limitada. Por lo que no sería hasta hasta la segunda mitad el siglo XX, con el crecimiento demográfico, el desarrollo de la minería y con la construcción de la presa de Matalavilla y el canal de Peñadrada, cuando aumente el número de artesanos y profesionales. Mientras que otros oficios tradicionales se irán perdiendo poco a poco.