La ruta que a continuación se describe cuenta con algunas ventajas iniciales: estar completamente señalizada y la posibilidad de poder realizarse en bici o en coche en su trayecto completo. De modo que el senderista ha de decidir si hace todo el camino o parte de él y de qué modo.
Si se opta por realizar a pie todo el trayecto, es necesario tener previsto que n vehículo aguarde en el punto de destino, al objeto de evitar desandar la ruta, dada su considerable duración.
Desde la Villa de Páramo nos dirigimos al barrio de "Las Campas” donde encontraremos un panel explicativo en el mismo en que se inicia la ruta. En él se nos informa del itinerario, distancias, altitudes, flora y fauna de los lugares que vamos a transitar.
El Camino asciende hasta el paraje de "Los Chanos” y nos lleva en leve aunque progresivo ascenso hasta la meseta de Entrechocastro. A nuestra izquierda van quedando las praderías de La Puntiga, Río y Las Ondinas. Frente a nosotros se alza imponente la falda de la montaña, rota por el arroyo de Retuerta, de tupida vegetación autóctona. Todo este monte presenta una monótona extensión de brezo cuya uniformidad se ve interrumpida por recientes plantaciones de puno, cerezo, capudre y roble.
Desde las antiguas tierras de cereal del llano de Entrechocastro el camino asciende de manera considerable en dirección S.E hasta llegar a la majada de Usiles con su fuente y su refugio de pastores. El tramo que continúa sigue siendo una sucesión de curvas en constante subida hasta llegar a la loma del Alto de Cancerbeiro, que con su 1.450 metros es la cota más elevada que encontraremos en el recorrido.
Aún es posible ver desde este lugar un elevado mojón de piedra o "torre testigo” de las muchas que había y que tenían como finalidad orientar a los viajeros en sus desplazamientos en aquellos días de ventisca, niebla, o nieve. Desde este lugar, a poco que descendamos, podemos ya contemplar el valle de La Veiga y emergiendo entre la tupida vegetación, los azules tejados del pueblo de Primout. Llegaremos a éste en un llevadero descenso de apenas media hora.
Es preciso decir que, tras un lamentable abandono, asistimos a una elogiable recuperación de sus casa y corrales, de manera que el pueblo, salvo los meses rigurosos de invierno, suele encontrarse habitado.
Quien decida continuar hasta Pardamaza ha de dejar el pueblo de Primout y acompañar al río en su descenso hasta finalizar todos los prados de La Veiga. El camino se encuentra señalizado.