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Molinos, presas, batanas y puentes constituyen uno de los aspectos más interesantes de la arquitectura tradicional. Todos tienen en común su relación con el agua. Los molinos tuvieron una presencia destacada para el cultivo de centeno.

Dada la abundancia de corrientes de agua, prácticamente todos los pueblos tenían algún molino al que los vecinos acudían a moler. Páramo del Sil era de los que más tenía.

Los molinos eran construidos por particulares ricos que se reservaban un importante número de horas de uso y el resto se las vendían a los vecinos. Actualmente quedan muy pocos en pie y ninguno en condiciones de moler.

Los puentes y pontones en una zona montañosa y de abundantes ríos y arroyos como el concejo de Páramo del Sil fueron muy necesarios para las personas y el ganado. La mayoría eran pontones de madera, pero también los hubo de piedra desde los más remotos tiempos medievales.

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Fuente: Páramo del Sil. Historia, Arte y Sociedad de un Municipio.